El Impuesto a la Belleza Física...!!!

Como Licenciando en Ciencias Fiscales tengo que estar al día con las nuevas modalidades de tributos que se generan para contribuir con el gasto público, no debe extrañar que en cualquier momento, gracias a una Ley Habilitante, se invente y se aplique este impuesto en nuestro país cuya idea original comienza a cubrir algunos espacios en la opinión pública de Argentina, mucho más cuando quien está habilitado gozaría de una exención a este impuesto no precisamente por su envestidura.

Si bien los impuestos deben ser de aplicación general, éste en particular tendría una importante base de personas no gravadas pues sólo aplicaría a los considerados “buen mozazos”. Así pues el hecho generador del tributo tendría que esperar el largo proceso de crecimiento y desarrollo a fin de evaluar si el resultado final de su físico lo incluiría o no en el gravamen.

La ya polémica propuesta argentina nace de un feo: Gonzalo Otálora, un joven de 31 años que armado con un megáfono, frente a la Casa Rosada (Casa de Gobierno) reclama por los derechos de aquellos que la sociedad juzga feas. Otálora, publicó un libro llamado “FEO, por primera vez la historia no la escribe un lindo” donde cuenta sus vivencias como feo en la sociedad argentina, y dice: “"Mi historia es la de un chico con anteojos, frenillos y acné, de quien se burlaban sus compañeros en la escuela, a quien las chicas rechazaban en las discotecas y que después, cuando buscaba empleo, se sentía tan feo e inseguro que no conseguía nada". "Yo pensé que si hacía dieta, iba todos los días al gimnasio y me sometía a una cirugía estética podía ser feliz. Y me di cuenta de que hice todo eso y no me sentía pleno. No me cambió la vida".

Su reclamo por un impuesto a los lindos se trata en realidad de un punto inicial de reflexión para llegar a otros temas de mayor importancia, lógicamente muy relacionados y de los que casi nadie habla. Más allá de ser considerado un disparate con obvio sazón de sarcasmo, el escritor cree que su labor puede ser una buena excusa para que la sociedad replantee algunas conductas que efectivamente terminan siendo una instancia discriminatoria.

Muchas personas están obsesionadas con la belleza física, y juzgan a otras por no serlo. Cierto periodista argentino antes de llegar a México para ser juez de un concurso de baile dijo: “la gente más fea está en México, no lo digas pero la gente linda está en la televisión, no en la calle”. Esto desató una oleada enorme de reacciones tanto de México como de Argentina.

Y de remate, esta vez, un cantante de origen italiano se expresó de manera despectiva y grosera de las mujeres mexicanas al decir que todas tenían bigotes. Lo cierto, es que luego de tantas disculpas, súplicas, perdones y arrodillamientos, en ambos personajes queda una gran lástima por la ausencia de humildad, de educación y respeto.

Hay personas que les rodea la arrogancia, el orgullo y la vanidad y eso, a decir verdad, las hace “poco atractivas”. En vez de fijarnos sólo en lo exterior de alguien deberíamos ver la belleza interior y las buenas cualidades e intenciones que poseen y esforzarnos por cultivarlas.

Si bien el libro puede reconocerse que nace gracias a una baja autoestima y por un sentimiento de rechazo no debe negarse que goza de un “atractivo” por los valores que intenta rescatar.

Teniendo muy claro que si la belleza física no es mi fuerte, al menos puedo gozar del beneficio que resulta estar en el grupo de los exentos del impuesto, lo que sí me encantaría sería asesorar de manera exclusiva al sector femenino de Venezuela pues profesionalmente sería un exitazo…!!! La mujer venezolana es reconocida mundialmente como de las más bellas del mundo y, de aplicarse este impuesto, su contribución, sin lugar a dudas, sería de las más altas.