jueves, 30 de octubre de 2008

Dividendos de un "Te amo"

Por algún lado leí que las frases más difíciles de decirle a otra persona son: “ayúdame”, “lo siento” y “Te amo”. Por otro lado también encontramos a mucha gente que le resulta sencillo decirlas sin darse cuenta todo el poder y el significado de cada una de esas frases, particularmente creo que cada una de esas expresiones podrá alcanzar un valor inigualable cuando son acompañadas de una profunda honestidad… cuando son verdaderamente sentidas. Enfocándome en la última, para aquellos que somos padres y para aquellos que somos hijos, que sentimos amor por quien nos precede o nos sucede, nos puede resultar “fácil” decirles un “Te amo”, es natural, es lo más cercano a nuestros corazones, por no decir que son parte misma de ese músculo que nos da vida (por cierto, pueden ir preguntándose desde cuando no le dedican un "Te amo" a sus padres y/o a sus hijos).

Pero cuando se trata de la persona no consanguínea, o de quien pretende de manera especial conquistar y hacerse un lado en aquel vulnerable músculo poblado selectivamente por los más nuestros… la situación se vuelve bien delicada, por no decir complicada, para sentirla y expresarla.

En principio es bueno aclarar e ir construyendo una definición por exclusión, un “Te amo” es una expresión sentimental de mayor valor y profundidad que un “Te quiero mucho”, dicho esto, entonces tampoco debemos confundirlo con un “Te aprecio bastante” o un “Que especial eres”. Un “Te amo” jamás debe confundirse con un “quiero que estemos siempre juntos, que seamos inseparables” y su derivación “juntos somos perfectos y todo es maravilloso” y tampoco significa “entre tu y yo todo es alegría”.

Amar a alguien es una entrega de sentimientos, es poner a disposición nuestra gran capacidad de entendimiento, de comunicación, es dar energía, dar apoyo, es ser incondicional y también es no hacer daño; es aceptación, es ceder, es ajustar y es atreverse a hacer algo distinto a lo que hemos hecho, es mejorar y seguir apuntando ser mejores, por eso debemos empezar y siempre tener presente que debemos amarnos a nosotros mismos para luego amar a los demás.

Muchas personas temen reconocerse enamorados, pero hay que divulgar que es sólo el amor el que nos invita a hacer y llevar las tareas que nos pone la vida de una manera divertida, feliz, así aprendemos y anclamos el conocimiento con mucha más fuerza; sólo el amor vence al costumbrismo que nace de la cotidianidad. Amar también es comprender los defectos nuestros y los del otro, es dormir con los ronquidos propios del cigarro o del alcohol y a la vez preocuparnos por su salud e insistir a dejarlos a un lado, es pararse de una cama justo antes de la serie favorita para preparar algo de comer y sorprender a tu pareja con cualquier cosa, es ceder el control del tv en plena serie mundial para reclamarlo luego cuando se trate de los Cardenales (así pierdan), es luchar por lo hermoso que se tiene así eventualmente hayas sentido ganas de mandar de viaje a tu pareja al mismísimo congo belga sin boleto de regreso, amar es esperar en un aeropuerto, amar y sentir amor es decir “Te amo” y esto es un acto trascendental.

En una columna de La Opinión del año 2001 llamada “Aquí entre nos” la psicóloga y terapeuta argentina, Ana Nogales, relataba que en su práctica profesional se ha encontrado con múltiples razones que limitan o inhiben a las personas a decir “Te amo” e invita a todas esas personas a realizar cuatro ejercicios: uno es recordar los momentos de la infancia donde nos expresaron amor, otro es aprender a disfrutar la experiencia de ser amados inclusive por salud mental, luego una vez reconocida la emoción del amor y su importancia pues el otro paso es brindar amor, dar amor, y finalmente, sin llegar a la necesidad de empalagar, no reservarse las palabras porque se estará reservando el alimento de la relación pudiendo dejar a la pareja posiblemente hambrienta y no satisfecha.

Textualmente la cito refiriéndose a tales inhibiciones: “Al no hablarlos no sólo no los expresamos, sino que tampoco los consideramos en nuestra vida, haciéndolos a un lado, evitando su impacto. Así, muchas personas se sienten como dormidas en sus afectos, mientras que saben que existen. Mantener los sentimientos escondidos requiere mucho gasto de energía, a tal punto que la persona se siente desgastada por semejante esfuerzo diario, sin darse cuenta de ello”.

Hoy que de moda está el tema de los ahorros y su destino, pues resulta válido tomar el ejemplo y decir que debemos confiar y depositar en la cuenta de quien amamos esas palabras que tanto nos ahorramos; el dividendo y su rendimiento, aseguro serán los mejores del mercado… eso sí siempre y cuando ese depósito sea verdaderamente sentido...!!!

domingo, 19 de octubre de 2008

Calidad de Vida


De regreso de Maturín a Puerto La Cruz, en el taxi, disfruté de los cambios en el paisaje justo cuando finaliza la tarde, conversábamos el taxista y yo del Gran Pintor, ese que dibuja cada tarde y lo transforma a cada momento, me recordé que tenía una deuda pendiente y es que quería mencionarles de mi reciente viaje al país vasco. Creo que es allí uno de los lugares preferidos por Dios para hacer sus pinturas más impresionantes, un lugar como para quedarse sentado todo un día a ver y disfrutar la montaña con sus pinos y sus sombras, los pequeños edificios y el mar.

Y es que gracias a una invitación que me hiciera una buena amiga hace un poco más de un año, llegué a visitarlo recientemente, la verdad como para quedarse y no porque quiera salir de Venezuela o porque estuve siempre rodeado de una atenta y excelente familia sino por el concepto que se conoce como “calidad de vida”.

No quisiera que este post se considerara una comparación con mi país, no, pretendo en todo caso trasmitirles lo que sentí por allá, empezando por decir que en las primeras personas que llegué a pensar fue en mis padres. Allá los viejos, o los de la tercera edad, tienen una vida social muy activa: salen a pasear casi a diario, inclusive lo hacen eventualmente hasta altas horas de la noche cual tórtolos de 15 años a una plaza a tomarse un refresco, conversar con sus amigos de años, comer unos “pinchitos” y volver tranquilos a casa destacando que en toda la noche no se percibe la presencia física de algún gendarme o policía. No estoy seguro si la vida social no se hace en casa por lo pequeñas que son, sin embargo, no hace falta un gran apartamento, para aquellas reuniones de grandes familias y amigos fueron creadas las “sociedades”, que no son más que congregaciones de alrededor de 80 personas o socios quienes mantienen bien administrado un gran salón con una gran cocina, mesas, chimenea, baños, televisores y un bar y allí pues si se trata de un cumpleaños o de un agasajo pues todo queda perfecto y ya los arreglos para dejar todo igual lo hará una persona que se le contrata para que así quede.

La foto anterior, no es para que retratarme precisamente a mí, es para que vean uno de los tantos lugares que pueden estar destinados al cuidado de aquellos que por algún motivo o se han quedado solos o porque sus familiares no pueden atenderle, es un albergue o casa de ancianos. Allí efectivamente se respeta a quien tiene alguna discapacidad, llegué a un gran mall o centro comercial y tuve que esperar algo de tiempo para aparcar el coche, el estacionamiento estaba lleno y pese a esto nadie se atrevía a usar los espacios dispuestos para aquellos que tienen algún impedimento. De hecho, si algún edificio precisa de alguna modificación para colocarle un ascensor, interno o externo, para subir y bajar a alguna persona en su silla de ruedas, pues con tan sólo el 60% de aprobación del condominio se puede lograr hacer que se ejecute la obra.


Pero no sólo pensé en mis viejos, pensé también en mi hija, recuerdo que hace unos años cuando salía de paseo con mi “peque” de tres añitos a un centro comercial, la gran preocupación que yo tenía era si tenía que cambiarle los pañales a mi chiquilla por alguna travesura fisiológica, que gracias a Dios nunca llegó a darse. Allá en casi todos los baños, incluyendo los de las “sociedades”, tienen ese soporte especial para esas tareas… claro a los baños de los hombres me refiero. Las fiestas de los pueblos, son primordialmente para los niños, allá tienen a los tiovivos (ambulantes parques de diversiones) y se les organizan eventos como teatros de calle, ellos también pueden salir de sus apartamentos, tomar sus bicis y patinetas que dejan tiradas noche tras noche detrás del portón principal del edificio y volver también tranquilos a casa, inclusive a altas horas de la noche.

Estando en ese viaje, un amigo escribió un email donde expresaba que jamás se iría a los Estados Unidos y menos a España por aquello del rechazo a los sudacas y por una reciente agresión ocurrida en Madrid o en Barcelona, yo no sé decir si voy a vivir a los Estados Unidos, y a decir verdad, tampoco sé si a España, lo que sé es que contrario a sus creencias que bien se las respeto, a mí me ha ido muy bien en las visitas que he hecho a ambos países y si me ponen a escoger indudablemente me iría a España para disfrutar, pese a su gélido mar, de esa “calidad de vida”, esa que considero que nos merecemos tener todos los habitantes del mundo.

Muchos detalles quedaron por fuera de este post: la disposición de los alimentos en los automercados, la excelente vialidad y sus alertas, cuán pronto atienden una emergencia, la puntualidad y condiciones del transporte público, la actividad cultural, en fin... no obstante quiero expresar un detalle final y es dedicar este post en sincero agradecimiento a esa amiga que gentilmente me abrió las puertas de su piso: a ti Marisol, a tu gente, a tu linda familia y a tu tierra… esa donde el Gran Pintor dibuja día tras día un inolvidable paisaje...!!!