domingo, 16 de junio de 2013

Un bolero comienza y termina contigo!



Escuchar hoy un bolero es escucharte, un bolero comienza y termina contigo, porque es inevitable hoy día dejar de tener en mi ipod al argentino Leo Marini de la Sonora Matancera y su “dulce aventura”, la canción que todos ya sabemos dedicaste a mi MAMÁ aun sabiendo que te criticarían por su contenido, tampoco puede faltar el “inolvidable” santurzano Tito Rodríguez y muchos más boleristas, tú y ellos me ayudaron desde pequeño a intentar eso de ser un romántico, sí, así crecí PAPÁ, contigo, con tu música y tu sonrisa, esa que hoy tanta falta me hace abrazarla, fuiste tú quien le puso esa melodía a mi vida.

Ya tengo una lista de reproducción en mi ipod con los mejores boleros PAPÁ, y aunque estés lejos de donde estoy para seleccionarlas conmigo, quiero que sepas que me ayudaste porque siempre estuviste presente en cada una de ellas.

Dice la Wikipedia que el bolero nació en Cuba, ja! con el debido respeto con mis hermanos cubanos eso es un error, el bolero nació contigo PAPÁ, te recuerdo cantándolos y escuchándolos sentado en un mueble, “contigo aprendí” más de una de ellas, todas mis preferidas, “aprendí un mundo nuevo de ilusiones… a ser dichoso, yo contigo lo aprendí”, me gustaba ponerlos porque sé que te gustaban tanto como me gustaba escuchar “tu voz”, esa que “se adentró en mi ser y la tengo presa,  tu voz que es tañer de campanas al morir la tarde”, desde pequeño “tú me acostumbraste a todas esas cosas y tú me enseñaste que son maravillosas”, mira como trascendiste en mí, buen trabajo PAPÁ gracias!!!.

Hoy especialmente recuerdo cuando estando de vacaciones me empeñaba en acompañarte a Maracay, me llevabas de la mano dándome los primeros consejos, te veía para arriba, como aún te sigo viendo, me acuerdo que en varias oportunidades nos fuimos en uno de aquellos autobuses de duras sillas que llegar sumaba el triple que la hora y media de recorrido, mis salidas contigo te obligaron a comprar una cama desarmable de lona que cómo nos costaba tensar para dormir en aquel pequeño cuarto justo atrás de tu negocio de perfumes, muchas veces me atacó el asma estando contigo, pero estabas ahí mi fiel centinela, siempre preocupado en calmarme, cómo no sentirme protegido, aquellos eventos, ya superados, hace tiempo dejé de considerarlos como algo malo pues mi asma siempre procuró la unión de padre y madre y me permitió estar más cerca de ustedes, bendita asma!

Allá en Maracay también escuchamos boleros: “vereda tropical”, otras de género lírico y “déjame” de Juana María de la Concepción Méndez Guzmán mejor conocida como Conny Méndez cantadas por Alfredo Sadel a quien también conociste, historia que cómo me gustaría estar a tu lado hoy para escucharla con la misma admiración una y otra vez y las tantas veces te dé por repetir cómo fue que llegaron a ese encuentro, aunque mi admiración por ti me viene desde antes de nacer, sí ya lo sabes, por ahí por el año 57 cuando te casaste con mi mamá y sus posteriores luchas.

Pero hablando de esos encuentros, recuerdo uno muy especialmente, fue contigo, sí PAPÁ, tenerte de vecino de oficina en el edificio de la Fundación del Niño, tú en aquella dependencia inmobiliaria del extinto Banco de los Trabajadores de Venezuela y yo iniciándome en labores profesionales como auditor de aquella fundación, qué honor sentir que de alguna manera mis pasos estaban cerca de los tuyos, no importando vernos en el ascensor con mis compañeros de trabajo y mis supervisores para que luego te despidieras de mí con un “chao papi, nos vemos en casa”, tú siempre haciéndome quererte mucho más despidiéndote como el amigo que me dio la vida. No sabes qué gusto tener tu sabor al heredar tu tipo de sangre, la misma que inconfundiblemente trascendió hasta mi hija quien tiene hoy ese “sabor a mí”, mira qué tan Perfecto ese milagro, sólo cosas de Dios, sin embargo hoy tu plena sabiduría te hará entender que a ella no le simpatiza mucho ese maravilloso género musical llamado bolero.

Muchos consejos nunca los dijiste, pero soy la mitad de ti PAPÁ  y me vinieron en consecuencia en el set up del ADN, otros llegaron con tu ejemplo y por eso escribo en mayúscula tu rol, siempre intachable, siempre Perfecto, entonces no es de extrañar que los gustos también vengan de ti y decir con toda razón y propiedad que escuchar un bolero es escucharte, un bolero comienza y termina contigo. Feliz día del Padre!!!