domingo, 27 de enero de 2008

Esos locos bajitos...

La llegada de un bebé se vive como uno de los eventos más trascendentales en la vida de una familia. El recuerdo de todo aquello que revolucionó la noticia de la llegada de mi hija es uno de mis más grandes tesoros, el recuerdo de la experiencia en el nacimiento de cada uno de mis sobrinos también lo guardo con especial cariño porque en cada uno tuve el placer ser el primer tío que los tomó en brazos.

Y es que vienen a transformar por completo el resto de nuestros días, cambian nuestros hábitos pues no saben de días feriados, no manejan un horario, no saben de una hermanita, ni mucho menos de quién rayos les hace el aseo personal. Son ellos quienes se encargarán de seguir atentando contra nuestras costumbres y preferencias, pues de hecho en mi adolescencia renuncié a películas infantiles y aseguré contundentemente que sería muy difícil volverlas a ver, y nada más lejos de la realidad pues hoy día no me pierdo una y si la pierdo la alquilo.

Muchas personas sostienen que la llegada de esos enanos en nuestras vidas viene a desestabilizarnos y crearnos nuevos problemas que antes como pareja no teníamos, pienso que esto es comenzarles a cargar de “culpas” o responsabilidades para un ser definitivamente puro y limpio. En todo caso debemos agradecerle, si bien primero a Dios, también a ellos porque siempre ofrecerán un equilibrio emocional, ellos no hacen sino querernos, no saben responder de otra forma.

Sin embargo, contamos con un par de excelentes familias que también se encargarán de hacernos una suplencia para tomarnos al menos unos minutos para nuestro reencuentro en pareja; así pues vemos cómo van asomándose en la figura de nuestros hermanos y cuñados los muy seguros padrinos, y esa es la misión mágica de los niños, fomentan la unión, dan alegría, se reafirman lazos familiares, nos visitan las verdaderas amistades, crecemos con ellos también, definitivamente la llegada de los “peques” a la casa son una verdadera bendición de Dios.

Ciertamente hace un poco más de 15 años escuché a un amigo diciendo que uno no aprende a ser 100% responsable hasta cuando se tiene a un hijo. Si bien creo que la responsabilidad es un valor que se aprende con mamá y papá en el hogar, con nuestro cuarto, nuestros juguetes y nuestras tareas, entiendo que la connotación que quiso darle es suprema, y en eso sí estoy 100% de acuerdo, el niño será siempre el reflejo de los padres y lo que hagan mañana, bueno o malo, será en muy buena parte nuestra responsabilidad.

La importancia de un hermano mayor.

Es muy importante recalcar el papel de los hermanos mayores, si bien son unos niños, hay que enseñarles que tienen un compromiso con ese bebé que llega. Este humilde consejo lo doy a todo padre y madre donde llega un segundo bebé, y por la sencilla razón que entre tantas responsabilidades que seguramente tenían mis padres pasaron por alto hablar con mi hermano sobre su nuevo rol, o lo que es lo mismo, involucrarlo con su indefenso hermanito pues a mi llegada tenía 4 años y fueron sus celos lo que le invitaron a recetarme sendo pellizco en la mano.

Era lógico que mi hermano se sintiera desplazado por aquel pequeño bebé, pero en éste sentido considero que se hace necesario que cada padre dedique un momento exclusivo con el hijo mayor de verdadera calidad y mantener sus rutinas para que no sienta que el nuevo integrante es un “intruso” y que él es tomado muy en cuenta.

Todos estos cambios no terminan, aún a la edad que tengan, sea de 10 años o más, de 5 años o menos, cercanos o distantes, esos pingüinos nos invitan siempre a evaluar si lo estamos haciendo bien o si precisamos un ajuste como padres, como abuelos o como tíos. Y para sentirnos mejor, será entonces necesario que lo tomemos con calma, con aceptación, con disfrute y con nuestra mejor disposición.

Bienvenidos los cambios…!!! Bienvenidos todos los bebés del mundo…!!! Vale repetir, son nuestra mejor bendición de Dios…!!!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

JUAN, NUEVAMENTE BELLÍSIMO TU ARTÍCULO. PARA MI NO HAY ALEGRÍA MAS GRANDE EN ESTE MUNDO QUE LA QUE ME PROPORCIONAN MIS 2 HIJOS. SI BIEN ES CIERTO LA LLEGADA DE UN HIJO TE CAMBIA POR COMPLETO, DESDE MI PUNTO DE VISTA TE CAMBIA PARA MEJOR. NO HAY PENA QUE NO PUEDA SUPERARSE CON UNA SONRISA DE ELLOS, O UN ¨MAMITXU TE AMO CON LOCURA ¨. POR ELLOS Y CON ELLOS VALE LA PENA CUALQUIER ESFUERZO Y PARTICULARMENTE SON MI PRIORIDAD Y NO CON ESO QUIERO DECIR QUE SOY LA MADRE CORAJE NI MUCHO MENOS. LO QUE SI PUEDO ASEGURAR ES QUE LOS AMO CON LOCURA.

ESTOY DE ACUERDO CONTIGO EN CUANTO A QUE DEBEN SER BIENVENIDOS TODOS LOS BEBÉS DEL MUNDO, ELLOS SON LA ALEGRÍA DE LA FAMILIA. NO EN VANO ACABO DE CRUZAR MILES DE KILÓMETROS PARA VER A MI NUEVA SOBRINA QUE NACIÓ EL 23 DE ESTE MES EN ESPAÑA Y ME MARAVILLO CADA VEZ QUE LA VEO Y LE DIGO A MI HERMANO Y CUÑADA QUE ME PARECE INCREIBLE QUE SEAMOS CAPACES DE CREAR ALGO TAN MARAVILLOSO COMO UN NUEVO SER HUMANO.

LE DOY GRACIAS A DIOS A DIARIO POR HABERME REGALADO ESE PAR DE SERES MARAVILLOSOS. SOY UNA MUJER EXTREMADAMENTE AFORTUNADA.

UN BESO GRANDE,
PILAR

Anónimo dijo...

Tan pequeños y cuanta alegría llevan consigo y contagian por doquier. Que tierno es tener un bebé en brazos, sentir su olor, su calor, poder ver sus primeros pasos, muecas, palabras … es una sensación única e indescriptible, por lo menos así lo he sentido con terceros (bebés de otros) y me recorre una emocionante y agradable energía al pensar en uno MIO!, que crezca y nazca de mi, de mis entrañas … Yo despierto casi todos los días al lado de mi sobrina … ES LO MÁXIMO!!!

Será mi mayor objetivo para el 2009, ser MADRE!!!

:^)

Anónimo dijo...

Hola, de nuevo, Juan Carlos. Qué bonito, para variar, este nuevo post. Me encantó y aunque todavía no he tenido la dicha de ser mamá te cuento que SIIII, no hay nada en este mundo como un bebé. Tengo varios sobrinos y los he disfrutado desde el mismo momento de su nacimiento, así que, creo, que al menos entrenada estoy.
Yo, al igual que la amiga que te escribe, sueño con ser madre y aunque me siento preparada tanto desde el punto de vista psicológico, físico y material, no lo he sido todavía porque me parece importantísimo elegir un buen padre para él o ella. Me encantaría tener una pareja estable con la que crear ese nuevo ser, sin embargo, estoy convencida que si no llegara a tenerla sin un hijo no me quedo, seré madre soltera, no importa pero como te dije antes es mi mayor sueño y me gustaría cumplirlo para el año que viene o mas tardar el 2.010.
Tengo entendido por lo que te he leido que tienes una hija y qué suerte para ella contar con un papá tan sensible y bello como tu.
Ojalá mi hijo/a tenga la misma suerte y que su mamá, o sea yo, pudiera conseguir una hombre como tu para procrearlo.

Anónimo dijo...

Marrero si: ¨...Vale repetir, son nuestra mejor bendición de Dios…!!!
ya sabes. Estoy seguro NO te faltarán candidatas con las que puedes repetir la experiencia de ser padre.

Un abrazo hermano.

Anónimo dijo...

Dios!! pero si es que son la alegría de la casa, nos hacen reir, llorar, traen consigo la luz y despiertan en uno el máximo de ternura. ¿Y cuándo son pequeñines?superdependientes, hay que bañarlos, vestirlos, alimentarlos, abrigarlos...en fín.. Hay que quererlos!!!

¿Qué más puedo decir? Gracias a los padres y madres maravillosas (sean de sangre o no) y en especial a las personas y organizaciones que brindan a miles de niños abandonados la oportunidad de crecer y compartir en familia...

Saludos

http://zhairmarrero.blogspot.com/ dijo...

Bueno, gracias a ese pellizco me ocupe realmente de trabajar con Michelle para cuando llegara Jean y se sintiera involucrada y parte del proceso.

Soy primogénita y asi estuve por 7 años, hasta que llegó Francisco, y a mi tampoco me prepararon para ello, simplemente llego un hermanito y ya, y los bienintencionados "te quitaron el puesto" y uno no sabe que c... significa eso, solo sabemos que ese que llegó nos quito algo de lo que eramos dueños y señores...

Luego llegaste tu, y tenia 11 años ya, y si supieras que te deje bajar las escaleras solo, y cuando llegaste abajo que al mirar hacia arriba lloraste, me dieron senda paliza... ya no me dejarn cuidarte más... inexperta total...

Puedo decir hoy que esas experiencias marcan la vida, y cuando nos toca, lo hacemos lo mejor que podemos...

Si son bendiciones que la vida nos trae...

El primer bebé lo perdimos y no se olvida eso no, cada vez esta presente en nuestras vidas... de eso no se habla mucho porque duele... y luego vino Michelle... y luego Jean... y pasa muy rápido, ya se casa... y luego vienen los nietos....

Auxiliooooooo

Anónimo dijo...

Verdadera bendición de Dios…!!! Así es!

Pedacitos de carne, que llegan a transformarlo todo, un desbarajuste total, pues ya no eres tú y lo que quieres, es lo que a él o ella les de bienestar, y así comienza todo, como bien dice tú amigo entiendes el verdadero significado de la responsabilidad; a mi siempre me han parecido mágico pues esos piojos te dicen tanto sin hablar, te enseñan sin haber estudiado y lo mejor de todo te curan sin ser médicos…

Tienes un bebe y comienzas a entender por que sigues siendo el niño a quien tus padres quieres proteger, y es que ellos quieren correr y tu caminar y quisieras tener el poder para que a ellos nunca les pase nada malo…

Suelo decir “que el que tiene dudas de que Díos existe solo debe ir a la Gran Sabana” pero la verdad es que solo hay que tener a un bebe en los brazos, esa es la mejor muestra de que existe

Tienes razón Zahir, crecen muy rápido, un día te levantas y ya soy todos unos adultos, eso lo estoy viviendo ahora con dos sobrinos, el tema de conversación es distinto, los miro y digo "Dios si ayer era solo un bebe"

Bienvenidos sean esos bajitos, que llegan a transformar nuestras vidas….