domingo, 20 de septiembre de 2009

Un Sueño, Una Meta... Allá vamos...!!!

Hace mucho tiempo un gran amigo, de esos hermanos del alma, con ocasión a la puesta en vigencia acá en Venezuela de la conversión monetaria (proceso donde países que acumulan procesos de devaluación de la moneda proceden a la reducción de décimas, centésimas o milésimas de su expresión monetaria), nos refería que ahora sí sería muy difícil ser verdaderamente millonario; inmediatamente le atajé el comentario y le dije que no se limitara, que soñara con serlo, que creyera en su poder de alcanzarlo y si hoy tuviese la oportunidad de volvérselo a decir sólo le agregaría que disfrute el camino, el mientras tanto o cada momento que dedicara a conseguir su objetivo, su meta; a veces entregamos la vida por un objetivo y nos olvidamos de vivir.

Dicen que el llanero es del tamaño del compromiso que se le ponga, y le recordé sus orígenes; en buenos términos por supuesto, no como comúnmente se lo vivimos recordando a quien nos adversa.

Aseguro que todos hemos escuchado alguna vez que “la situación no está como para…”, donde de alguna manera se hace referencia a la palabra “crisis”. Para darles una respuesta, hago reciente referencia a un comercial cuyo mensaje no puede estar más adecuado para fulminar cualquier intento de colocar a “la crisis” como excusa para un incumplimiento de algún objetivo personal, pensé que se trataba de una inspiración propia del presidente de la agencia de vehículos que patrocinaba el comercial, y en mi afán de conocer su origen llegué a la no sorprendente raíz del pensamiento: Albert Einstein, y de seguida les transcribo lo que se deja escuchar en la radio:

“No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar 'superado'. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla”


A partir de este pensamiento, creo que no debería seguir escribiendo en este post, sin embargo, como tengo mucho tiempo que no lo hago, pues se hace necesario ejemplificar más con mis vivencias un tema que considero inspirador y trascendental.

Justamente en un foro, donde entre amigos generalmente tomo participación, concluí que lo que más nos perjudica en cada aspecto de nuestras vidas es precisamente el conformismo, donde todo lo que pueda escribir y aportar en ese foro o en este blog está en un cajón que quienes aletargan en el conformismo no quieren revisar, donde prefieren leer y contestar mis chistes y bromas que mis reflexiones por temor a exponerse y salir de su “zona de confort”, porque con sólidos argumentos de alguna manera le cuestiona su vivir y su pensar, soy quien considera que cada día merecemos más y mejor siempre y cuando damos y entregamos nuestra vida para eso.

"La vida es muy peligrosa, no sólo por las personas que hacen el mal, sino y sobre todo, por las que se sientan a ver lo que pasa" (otra vez… Albert Einstein)

Tenemos que movernos, tenemos que evolucionar, tenemos que apuntar en sentido opuesto al conformismo, debemos enfocar nuestra diana, saber a dónde queremos ir, tenemos que ser serios y comprometidos con nosotros mismos para alcanzar nuestras metas, para CRECER, para superarnos.

Recuerdo que el principal mensaje que en cada expedición nos dan los exitosos integrantes del Proyecto Cumbre, es el poder alcanzar nuestras metas cuando nos lo proponemos, muchos tenemos un sueño (o varios), como dicen ellos en sus charlas “cada quien tiene su Everest” y puede estar representado desde asuntos más sencillos hasta los más complejos, como formar una familia, graduarnos, hacer un crucero, viajar, batallar en un parque con Darth Vader, hablar inglés, hacer vida en otro país, ganar un triatlón, ser millonario, en fin, metas, objetivos, sueños… hay por montón; pero para conseguirlos hay que prepararse, hay estar dispuestos, ser orientados al logro, ser consecuentes y perseverantes sin llegar a ser obsesivos.

Una vez leí, y no de Einstein…

Somos tontos cuando vamos dónde no queremos, somos tercos cuando vamos por caminos que no debemos y somos obsesivos cuando repetimos una y otra vez, el mismo camino…