jueves, 21 de febrero de 2008

Emociones de Aeropuerto...

En este post quiero darles mis dos clasificaciones para los aeropuertos, eso sí siempre y cuando persigamos una intención “definitiva”, quiero decir un traslado para una experiencia nueva de vida. Es volver o partir y conforme sea la dirección pues es en éstos donde podrá existir una bienvenida o una despedida…

Aeropuerto de bienvenida…!!!

Dicen que no hay nada comparado con la recepción de familiares y amigos en Venezuela, leí de una historia maracucha donde con globos y gaitas recibieron a un familiar que tenía tiempo sin pisar la tierra del sol amada. Los venezolanos le ponemos mucho corazón al asunto de las bienvenidas en el aeropuerto, el promedio de personas recibiendo a un familiar es de tres por pasajero; aunque algunos piensan que el motivo es para ayudar con las maletas que tanto pesan y evitar los excesivos cobros y riesgos por quien hace el traslado, otros, que son muchos, dicen que es la perfecta excusa para armar un “bochinche” de esos que tanto nos caracterizan.

Lo cierto es que en estos aeropuertos se vive la dulce e inquieta felicidad que trae el reencuentro, son los brazos abiertos, son los ojos llenos de emoción cuando se logra leer el vuelo en la pantalla con un parpadeante “Arrived”, la misma emoción de quien viene en el avión y comienza a girar para sacar el tren de aterrizaje, es pararse en puntillas e identificar a lo lejos la figura tan esperada, es entrar a las correas de equipajes y ver a lo lejos un montón de brazos saludando, es mover una y otra vez los brazos para que nos identifiquen, es dar el grito del nombre, y es también el escucharlo, es el impaciente apuro que le imprimimos a los tardíos y no deseados funcionarios del servicio de aduanas, sin contar que siempre es la maleta de quien retorna la última en salir de la correa.

Llegan amores, hay abrazos, hay tanta carga emocional que hay el llanto del niño inconsolable en los brazos de un papá que deja abandonada su maleta y echa a correr para apretarlo fuerte, hay el beso feliz de una mamá a una hija, hay celebración, hay energías positivas. Es interesante observar todas las caras, es una película a full color donde la alegría y la felicidad son protagonistas.

Aeropuerto de despedida…

Qué distinto todo, hasta el aire que se respira es distinto, acá la película es monocromática, nos pasa un resumen de la vida en un momento, se humedece el piso y se esparce un sentimiento que nada parece importarle a la gente que va y viene, unos caminando deprisa y otros muchos más pausados.

El corazón, cual brújula, apunta en dirección inequívoca hacia los recuerdos más sentidos y generalmente con los más cercanos, llegamos a lanzar un autogolpe al sentimiento con una idea remota e incierta de un regreso que procuramos guardar en el rincón del optimismo, y es la esperanza de ese regreso el que logra el inicio de esa bocanada de aire que nos hace sentir que realmente estamos vivos.

A nadie le gusta viajar y desprenderse de sus seres queridos aunque coincido que es mucho más duro partir sin el adiós de cada uno de ellos por todas nuestras costumbres con ellos y ya se empieza a embarcar el vuelo y al minuto siguiente se empieza a extrañar, es un efecto automático, es tener que asumir un nuevo ritmo de vida cuando todo empezaba a funcionar casi perfectamente, se aprende que lo importante de una ciudad no es ser llamada capital de la república, son todas esas personas especiales que dejamos, porque no fuimos creados para vivir en soledad sino en sociedad, en familia.

En fin los aeropuertos son extraños, ambiguos, traen felicidad y también tristeza. Es como estar en un lugar donde con alegría se anhela una llegada, un beso, un abrazo, el calor de la persona que tenía que volver por lo tanto que la queremos, y también donde rechazamos una partida, justo donde se recuerdan momentos significativos, importantes, y de ahí que se respire entre melancolías y nostalgias…

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No es nada fácil, las bienvenidas son buenas, te llenan de alegría, pero siempre y cuando sean definitivas..
Mi mamá por ejemplo siempre está en el aeropuerto esperándome cuando voy de visita, pero cuando toca mi ida, prefiere quedarse en casa y alimentar y aferrarse a la idea de que su hija fue a dar un paseo y en unas cuantas hora estará de regreso....
En mi caso, cuando me despido, me quedo anidando en el corazón los recuerdos, y aparece la típica película en la mente, las imágenes de la niñez especialmente, cuando no tenía responsbilidades, cuando las decisiones de vida las tomaban otros..
Y pasan los días y busco la manera de no pensar en nada ni en nadie, porque hace daño, me refugio en la rutina diaria y en los amigos para no echar tanto de menos a la familia..Sólo me queda apostar a que el reencuentro definitivo ocurrirá tarde o temprano..

Anónimo dijo...

QUÉ COSA¡ COMO UN MISMO LUGAR - AEROPUERTO - PUEDE DESPERTAR SENTIMIENTOS TAN OPUESTOS EN UNA PERSONA, DEPENDIENDO, DEFINITIVAMENTE, SI SE TRATA DE UN LLEGADA O UNA PARTIDA.

ENTIENDO PERFECTAMENTE LO QUE SE SIENTE TENER PARTE DE NUESTRA FAMILIA VIVIENDO EN UN LUGAR TAN LEJANO, COMO ESPAÑA, Y LA INFINITA ALEGRÍA QUE SE TIENE AL LLEGAR ALLÍ Y VER LA SONRISA, LA FELICIDAD EN LA CARA DE ELLOS Y NUESTRA EMOCIÓN POR EL ENCUENTRO. SENSACIÓN TOTALMENTE OPUESTA A LO QUE SENTIMOS CUANDO NOS DESPEDIMOS, RAPIDITO PARA NO HACERLO TAN DOLOROSO Y YA. SIN EMBARGO SIEMPRE PENSANDO EN QUE PRONTO, MUY PRONTO, NOS VOLVEREMOS A VER, YA QUE AUNQUE EN EL FONDO QUEREMOS TOOOODOS ESTAR JUNTOS, LAS SITUACIONES DE CADA QUIEN HACEN QUE NO SEA TAN FÁCIL TOMAR LA DECISIÓN DE PARTIR Y ESTAR JUNTOS DE NUEVO PARA SIEMPRE, AUNQUE NUNCA SE SABE...

jesus leandro dijo...

Mi pana Juanca...

Te voy a recomendar una película que se llama "Love Actually" (Realmente Amor). Sintetiza todo lo que significa tu post.

No dejes de verla.

Te mando un abrazo.

jL

http://zhairmarrero.blogspot.com/ dijo...

Con los aeropuertos soñaba ya en mi dolescencia, queria ser aeromoza o algo parecido, volar, ir a diferentes lugares, hace poco recorde que eso quería, en el aeropuerto de Barcelona, España, cuando tuve que estar unas 12 horas esperando para salir a Madrid y de Madrid a Caracas.

Si, me sentí sola, y en ese silencio de la noche, donde compartes espacios con otros que esperan su salida también, recorde lo que queria a mis 15.

Si, los aeropuertos son espacios singulares, donde hay salidas y llegadas. Hay diferentes llegadas, no solo las que mencionas, Las llegadas cuando nos reciben con los brazos abiertos son hermosas, alguien te espera, alguien te sonrie, alguien esta allí por y para ti y las llegadas y se les olvida que te tenían que ir a buscar, son solitarias, llenas de historias inconclusas, de juicios internos sobre nuestra propia soledad, sobre todo si te tienes que tomar un taxi impersonal.

Las salidas son lo mismo, hay de todo, puedes salir contento porque del otro lado alguien te espera, o te espera un trabajo, o un sueño, o las salidas porque dejas atrás tu propia historia.

Creo que las salidas o llegadas tienen tambien que ver con eso que esta del otro lado, tanto si sales o llegas, lo que te recibe: el sueño cumplido, la esperanza, o el que te recibe: un taxi, un amigo, un familiar, un amor...