miércoles, 7 de mayo de 2008

Los Marrero


Pensar que cumplir 50 años de casados es un hito y un verdadero ejemplo para una familia es una cosa, pero cumplir 70 años de casados es otra más grande. En la foto, los mariachis son unos primos hermanos, Don Perfecto y Don Rafael Marrero, la mariachi es Doña Isabel de Marrero esposa de Don Rafael, el primero celebró sus 83 años de vida y la parejita celebró sus 70 años de feliz unión matrimonial.

Fue un encuentro para recordarlo por siempre, por fin, por primera vez en la historia se funda la gran concentración familiar más esperada, los Marrero, los originales como dice mi papá y los decendientes de los originales que son los de segunda generación (como yo), los de tercera como mis primos Yuri, César Alfredo y Víctor Hugo (compinches de infancia) junto con mi hija y mis sobrinos, y los de cuarta que son los pequeñines hijos de los de tercera. Pero todos como uno solo comprometidos en repetir año a año tan importante experiencia.

Tres artífices para esta gran concentración Gloria Marrero, Zhair Marrero y Gladys Tovar Marrero, a ellas mi aliento para que otro intento sea nuevamente exitoso. Fue el encuentro con el pasado, ¡cuántas vivencias se rememoraron!. Y es que somos muchos, para que saquen una cuenta mi papá es el menor de 8 hermanas y 1 hermano; de ahí hacia abajo la cuenta crece un poco pues de las distintas uniones de sus hermanos nacieron 14 sobrinas y 14 sobrinos a quienes hay que sumarle los propios: dos hijos y una hija, aunque en el blog de mi hermana se haga creer otra cosa (asumo que mientras escribía la embargó la misma emoción del momento que se vivió, ojalá el genograma salga como debe ser porque de lo contrario ni me ven por el facebook validando lo que ni mi padre da por válido…), lo cierto es que de esos sobrinos e hijos se desprenden muchos más.

Las reuniones familiares promocionan muchas emociones, de ellas salen compromisos como el organizar una “caimanera” de softball en la Victoria, y es que en la familia hay un profundo seguimiento hacia el juego de pelota pues contamos con un primo: “José Manuel Tovar Marrero” mejor conocido como “Wiston”, quien fuera novato del año de nuestro béisbol profesional venezolano para la temporada 1965-1966 vistiendo la camiseta de los Tigres de Aragua, orgullo venezolano y de nuestra familia.

Una grata sorpresa en la reunión fue el la intervención de Ándido Luzardo, esposo de una de mis primas, profesor jubilado y llamado “el poeta de la metáfora” quien dedicó unas líneas cargadas de buen humor a los cumpleañeros, pero luego como si se tratara de un as bajo la manga el muchacho de 83 sacó de su memoria un poema del asturiano Ramón de Campoamor, recitó sin vacilar “el amor y el interés”, un poema bastante corto pero que desprendió risas y aplausos, dice así:



Sentía envídia y pesar
una niña que veía
que su abuela se ponía
en la garganta un collar.
- ¡Necia! – la abuela exclamó –.
¿Por qué me envidias así?
Si este collar irá a ti
después que me muera yo -.
Mas la niña que aun no vela
con la ficción la codicia,
Le pregunta sin malicia:
- Y ¿morirás pronto abuela?


Creo que luego de la partida física de dos de mis tías, Senobia y Amelia, el mensaje que dejaron quedó claro, fue atendido por nuestros hermanos mayores quienes convocaron una gran reunión; y donde quiera que estén, tengo la certeza de su alegría, la que siempre les caracterizaba y que heredamos con orgullo… de seguida un simpático y brevísimo video que quedó para el recuerdo de mi tía Amelia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pana qué familia tan bonita. Te felicito, te la mereces. Qué tal tu tía la del video.