domingo, 19 de octubre de 2008

Calidad de Vida


De regreso de Maturín a Puerto La Cruz, en el taxi, disfruté de los cambios en el paisaje justo cuando finaliza la tarde, conversábamos el taxista y yo del Gran Pintor, ese que dibuja cada tarde y lo transforma a cada momento, me recordé que tenía una deuda pendiente y es que quería mencionarles de mi reciente viaje al país vasco. Creo que es allí uno de los lugares preferidos por Dios para hacer sus pinturas más impresionantes, un lugar como para quedarse sentado todo un día a ver y disfrutar la montaña con sus pinos y sus sombras, los pequeños edificios y el mar.

Y es que gracias a una invitación que me hiciera una buena amiga hace un poco más de un año, llegué a visitarlo recientemente, la verdad como para quedarse y no porque quiera salir de Venezuela o porque estuve siempre rodeado de una atenta y excelente familia sino por el concepto que se conoce como “calidad de vida”.

No quisiera que este post se considerara una comparación con mi país, no, pretendo en todo caso trasmitirles lo que sentí por allá, empezando por decir que en las primeras personas que llegué a pensar fue en mis padres. Allá los viejos, o los de la tercera edad, tienen una vida social muy activa: salen a pasear casi a diario, inclusive lo hacen eventualmente hasta altas horas de la noche cual tórtolos de 15 años a una plaza a tomarse un refresco, conversar con sus amigos de años, comer unos “pinchitos” y volver tranquilos a casa destacando que en toda la noche no se percibe la presencia física de algún gendarme o policía. No estoy seguro si la vida social no se hace en casa por lo pequeñas que son, sin embargo, no hace falta un gran apartamento, para aquellas reuniones de grandes familias y amigos fueron creadas las “sociedades”, que no son más que congregaciones de alrededor de 80 personas o socios quienes mantienen bien administrado un gran salón con una gran cocina, mesas, chimenea, baños, televisores y un bar y allí pues si se trata de un cumpleaños o de un agasajo pues todo queda perfecto y ya los arreglos para dejar todo igual lo hará una persona que se le contrata para que así quede.

La foto anterior, no es para que retratarme precisamente a mí, es para que vean uno de los tantos lugares que pueden estar destinados al cuidado de aquellos que por algún motivo o se han quedado solos o porque sus familiares no pueden atenderle, es un albergue o casa de ancianos. Allí efectivamente se respeta a quien tiene alguna discapacidad, llegué a un gran mall o centro comercial y tuve que esperar algo de tiempo para aparcar el coche, el estacionamiento estaba lleno y pese a esto nadie se atrevía a usar los espacios dispuestos para aquellos que tienen algún impedimento. De hecho, si algún edificio precisa de alguna modificación para colocarle un ascensor, interno o externo, para subir y bajar a alguna persona en su silla de ruedas, pues con tan sólo el 60% de aprobación del condominio se puede lograr hacer que se ejecute la obra.


Pero no sólo pensé en mis viejos, pensé también en mi hija, recuerdo que hace unos años cuando salía de paseo con mi “peque” de tres añitos a un centro comercial, la gran preocupación que yo tenía era si tenía que cambiarle los pañales a mi chiquilla por alguna travesura fisiológica, que gracias a Dios nunca llegó a darse. Allá en casi todos los baños, incluyendo los de las “sociedades”, tienen ese soporte especial para esas tareas… claro a los baños de los hombres me refiero. Las fiestas de los pueblos, son primordialmente para los niños, allá tienen a los tiovivos (ambulantes parques de diversiones) y se les organizan eventos como teatros de calle, ellos también pueden salir de sus apartamentos, tomar sus bicis y patinetas que dejan tiradas noche tras noche detrás del portón principal del edificio y volver también tranquilos a casa, inclusive a altas horas de la noche.

Estando en ese viaje, un amigo escribió un email donde expresaba que jamás se iría a los Estados Unidos y menos a España por aquello del rechazo a los sudacas y por una reciente agresión ocurrida en Madrid o en Barcelona, yo no sé decir si voy a vivir a los Estados Unidos, y a decir verdad, tampoco sé si a España, lo que sé es que contrario a sus creencias que bien se las respeto, a mí me ha ido muy bien en las visitas que he hecho a ambos países y si me ponen a escoger indudablemente me iría a España para disfrutar, pese a su gélido mar, de esa “calidad de vida”, esa que considero que nos merecemos tener todos los habitantes del mundo.

Muchos detalles quedaron por fuera de este post: la disposición de los alimentos en los automercados, la excelente vialidad y sus alertas, cuán pronto atienden una emergencia, la puntualidad y condiciones del transporte público, la actividad cultural, en fin... no obstante quiero expresar un detalle final y es dedicar este post en sincero agradecimiento a esa amiga que gentilmente me abrió las puertas de su piso: a ti Marisol, a tu gente, a tu linda familia y a tu tierra… esa donde el Gran Pintor dibuja día tras día un inolvidable paisaje...!!!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Juan Carlos, indudablemente supiste captar en pocos días lo bello de mi tierra. Tal como expresas, no sólo son lindos sus paisajes sino la calidad de vida que disfrutan quienes allí viven.

Ya sabes que allí en Mutriku tienes un txoko donde llegar, aunque te toque dormir en el sofa cama.

Gracias, un beso,

Marisol "AMA"

aurea dijo...

Hola Juan Carlos,me ha gustado la descripcion que has hecho de mi tierra, Euskal Herria, en pocos dias has captado lo que nos gusta y lo que me parece muy importante la calidad de vida.
No tuvimos mucho tiempo para conocernos, espero que en el futuro repitas viaje por estas tierras, y vayas conociendola y conociendonos un poco mejor, queremos que sepas que eres bienvenido siempre y aunque "falle" el sofa cama de Marisol, tambien tienes una cama y unos amigos en nuestra casa.
Recibe un cordial abrazo y un besote grande grande para todos nuestros amigos que estais al otro lado del charco...
Aitor y Aurea (tocaya de cumple)

Anónimo dijo...

Me gusto que te gustara, y que te lo hayas pasado bien, así tienes excusa para volver.

Tienes una invitación pendiente, a la tierra que nos adopto "Alicante".

Saludos Jaime.

Anónimo dijo...

JUAN: QUÉ BUENO QUE TE GUSTÓ EL PAÍS VASCO. CIERTAMENTE SUS PAISAJES SON PRECIOSOS Y TAL COMO EXPRESAS HAY CALIDAD DE VIDA, SIN EMBARGO NADA ES PERFECTO, EL CLIMA ES HORRIIIIIBLE, JA, JA, JA...

GRACIAS POR LA PARTE QUE ME TOCA EN CUANTO A QUE ESTUVISTE CON UNA EXCELENTE FAMILIA Y POR LO QUE VEO TIENES VARIAS PUERTAS ABIERTAS Y NO SÓLO EN LAS VASCONGADAS, ASÍ QUE TENDRÁS QUE VOLVER.

PARA VARIAR MUY LINDO Y SENTIDO TU POST.

UN BESO,
PILAR

Anónimo dijo...

Debo ser honesta, estuve pensando mucho en si debía o no expresar mi opinión en este post; y es que aunque según entiendo tu intención es agradecer las atenciones y amabilidades que te brindaron del otro lado del mar, y aunque aclaras que no quieres que se entienda como una comparación entre el país vasco y el tuyo, pues así se entiende, y si, me disgusta y es que cuando se trata de VENEZUELA me cuesta ser objetiva, y mi disgusto viene porque por mucho que yo ame a este país y me cueste reconocerlo tienes razón, ciertamente falta calidad de vida, y a mi parecer falta calidad de vida porque no hay gente que lo quiera, solo quien lo explote; fíjate Juan si “todos” pusiéramos un granito de arena este país fuese el paraíso soñado-hasta el clima es bueno-, pero lejos de eso nos conseguimos a grupos enfrentados celebrando la derrota del otro sin importar si eso que fallo era un beneficio para la mayoría, en fin el egoísmo nos lleva ser autodestructivos.

Que lastima que no se quiera a este país, que triste que al salir inevitablemente se compara y que triste que solo se compara y poco hacemos para mejorar lo que no nos gusta, finalmente que bueno que los paisajes de tu país te hayan recordado que debías cumplir una promesa.

Por cierto y lastima que no recuerdo el nombre del lugar, pero sé que en Mérida hay una especie de guardería para abuelitos o jóvenes de edad prolongada como le llaman ahora, el cuento es que todos los días pasan buscando a estos señores por sus casas y lo devuelven al final de la tarde, es una alternativa para aquellas personas que tienen la suerte de tener a sus abuelitos vivos pero el trabajo les impide cuidarlos como se lo merecen, estos abuelitos pasan ahí el día haciendo lo que les gusta, unos bailan, otros pintan juegan cartas o simplemente duermen , lo mejor es que tienen calidad de vida (Dios permita este tipo de lugares se implanten en todo el país y sea de fácil acceso para todos los que aquí habitan)

Reina Coralia

Anónimo dijo...

Juan solo quiero decirte que Dios es sabio y que ha puesto a cada uno de sus hijos en el lugar que le corresponde, solo queda de nuestro libre albedrio realizar las acciones de manera correcta los cambios que queremos para nuestro paìs, el trabajo es de todos, y sì, las comparaciones son buenas, pero debemos preguntarnos, que estoy haciendo yo para mejorar o implantar todas esas cosas positivas que mencionas del paìs vasco...amo a Venezuela y reitero que mi paìs es el mejor regalo que Dios me ha dado...Ahh te invito a conocer el atardecer de los Llanos...jajaja..

Un Beso...