sábado, 23 de junio de 2007

Imagen y carácter

Soy de los que piensa que la ropa, los zapatos, el andar a la moda son elementos importantes de la imagen, sin embargo, lo que se lleva por dentro es lo que hace la diferencia; es el carácter el elemento primordial de la imagen.

Lo primero que habla de nosotros es la forma como nos comportamos y tratamos a los demás, inclusive desde el inicio de cualquier relación porque la manera como nos presentamos ante los demás es nuestra tarjeta personal que dice "quién soy yo y cómo me siento". Del saludo inicial podemos descifrar o tener un acercamiento al estado de ánimo de una persona y físicamente se puede evidenciar los principios que rigen a esa persona a través de cómo se viste, cómo se peina y cómo se comporta. Ser fiel a esos principios es una manifestación de carácter.

Tener carácter es aprender a controlar nuestros estados emocionales, es mantener la estabilidad de temperamento no de acuerdo a las circunstancias, sino a una forma de vida que decidimos cultivar desde nuestro interior, con el pleno convencimiento de que es lo que realmente queremos porque nos hace sentir bien. Tener carácter es ejercitar nuestra propia voluntad. Es lo que nos dice que somos dueños de nosotros mismos, y en consecuencia, poseemos la absoluta libertad interior de escoger una forma habitual de comportamiento, y en muy buena parte ese carácter es la fusión de lo que a tempranas horas de edad vivimos en nuestro hogar, por eso, tan difícil de renunciar o modificar porque nos acompaña desde bien pequeños.

Es no dejarse llevar por sentimentalismos, por la moda, por presiones, es estar decididos a ser fuertes sin llegar a ser machistas si se es hombre o sin dejar de ser femeninas si se trata de mujeres. Es nuestro autocontrol ante eventos fuertes, teniendo la opción de ser creativos con nuestras actitudes. Es dar a las cosas la importancia que tienen. No es la ropa lo que nos hace parecer importantes o apuestos, eso es sólo el complemento, la extensión de uno, aunque de buena manera vestirnos bien o mal manifieste el respeto que se siente por los demás.

Recientemente en una reunión de Recursos Humanos se dictó la manera de cómo debe vestirse para ir al trabajo porque somos parte de la imagen de la empresa, y es que desde hace tiempo se está reconociendo que la imagen es muy importante, de ahí el alto consumo porque los días que vivimos son muy "visuales", pero el carácter cuenta y mucho, tanto más que la imagen. Y aunque no parezca el carácter también es visual porque siempre estamos hablando con nuestro rostro, con nuestra mirada, con nuestra sonrisa, con nuestro saludo, con nuestro caminar y con nuestras respuestas.

Es mi sugerencia que antes de preocuparnos por la ropa, el peso, el cabello, las uñas y los lentes, es más importante preocuparnos por adquirir un carácter estable, armonioso, de manera que el arreglo personal sirva únicamente para resaltar el magnetismo y aplomo que proviene de nuestro interior. La elegancia empieza por dentro.

domingo, 17 de junio de 2007

Un papá de buena pisada

Es verdad, no los gestamos durante nueve meses, no se nos infla la barriga y nos quedan estrías por un embarazo, no tenemos que tomarnos esas pastillitas de hierro para fortalecer el crecimiento del bebé (con sus consecuentes estreñimientos…), no tenemos que pujar y sentir el dolor en un alumbramiento o llevar la cicatriz de una cesárea por aquel que nunca se volteó y venía de pié o por aquella que ya era tan coqueta en el vientre materno que se puso el cordón umbilical de collar porque no sabía qué hacer con él..., es verdad, de alguna manera se puede decir que no “sufrimos” físicamente y tampoco tenemos alteraciones hormonales, pero también damos nuestra vida por nuestros hijos y no sólo por ellos, la damos por la mamá porque reconocemos que ellas son la guía primordial, la luz principal del camino.

Ser hijo y ser papá, son los mejores roles que me ha dado la vida aunque, paradójicamente aprendemos a valorar ser hijos una vez que somos padres. Tuve la dicha de dar mis primeros pasos en un hogar donde mi padre fue un verdadero ejemplo, y aún lo es, sus valores es la mejor herencia que en vida he recibido, creo que así lo seguiré disfrutando y recordando por mucho tiempo, agradeciéndole todo que aportó para el desarrollo de mi personalidad, hoy le doy gracias a Dios por esa suerte y ahí va mi esfuerzo en intentar dejar esos valores y ese cariño en mi hija, construyendo definitivamente una cadena de trascendencias…

Si bien están de cuerpo presente, o si por alguna razón no están entre nosotros, creo que el mejor homenaje que podemos hacer es seguir a papá en sus pasos; y es obvio, me refiero en aquellos casos donde esa pisada dejó una buena huella. La distancia no es excusa para dejar de ser papá, el día a día si es importante no es imprescindible, lo que es necesario es la calidad del papá y así lo saben quienes tienen que salir de viaje todos los lunes o quienes mueren de amor en otro país cuando se reúnen viéndolos por el chat o quienes a lo lejos siempre sueñan con dormir nuevamente al lado de sus bebés… asumo que desde “arriba”, aquellos que partieron temprano de esta vida, aquellos que también pisaron bien y con fuerza, aguardan con paciencia la llegada de esa nueva reunión con sus hijos porque nunca dejaremos de ser papás...!!!

Feliz día a todos los papás que pisan con cuidado su camino, porque será el camino de sus hijos, que Dios los bendiga…!!!