Hace tres años y medio nació este blog, cuando tenía un poco de tiempo libre y lo dedicaba a escribir, en aquel entonces se peleaban PDVSA y ExxonMobil, momentos de turbulencia laboral que me invitaron intentar fijar mirada hacia el incierto futuro, fue allí donde sentí la necesidad de dejar plasmado en un “espacio” buena parte de mis valores, de mi forma de pensar, y de mi cotidianidad, compartirlo abiertamente con muchas personas, especialmente para con quien no puedo compartir un día a día y dejarle mi mejor mensaje. Ya para esa fecha el Facebook conseguía ser la red de socialización de mayor seguimiento de la web, y aún lo es, para inicios del mes de septiembre próximo pasado se contabilizaron 500 millones de miembros y es la segunda página más visitada en el mundo, obviamente detrás de google.com.
Escribí sobre lo que pienso del Facebook y una de mis conclusiones o teoría, que aún mantengo, es la necesidad que tiene quien se registra como usuario en socializar (como si uno no tuviera espacio en el día para hacerlo, trabajo, familia, amigos, conocidos, en fin…), en saber lo que está haciendo el “amigo” (amigo en general) y ahora le agrego en VER al otro (otro en general), sé que quienes me leen me entienden perfectamente lo que digo porque todos ya tienen un “perfil” en Facebook.
Mencioné en aquel post que había recibido invitaciones de registrarme en el Facebook hasta de mi propia hermana, cosa que me había puesto a pensar sobre su necesidad de comunicarse, ella en su comentario alude al nacimiento de esa necesidad por sus constantes viajes de negocios que la obligan apartarse de sus seres queridos diciendo: a falta de pan, buenas son tortas. Quien se negaba a mi teoría, llegó a escribir que me “vería caer”, incluso por un genograma de la familia vaticinaron que sería inminente (genograma que aún no he visto), me dijeron de cómo me gustaba buscarle las 5 patas al gato, recibí un anónimo apoyándome a no doblegar y sumarme al facebook, a alguien le “venía de perlas”, otro anónimo comentó con profunda sinceridad su necesidad de verle la cara en una foto a quien fue importante en su vida, un viejo amigo me invitó y comentó que toda su familia estaba allí, finalmente una amiga también expuso su comentario, por cierto que esta última hoy tiene una relación de pareja con viejo amigo cuyo reencuentro fue gracias al facebook, en fin…
Pero nadie lo vio, ni siquiera yo mismo me percaté de mi necesidad, y efectivamente hay un mayor motivo para “caer” en el facebook, en mi caso particular tiene su nombre y lleva mi mismo apellido: mi hija está “atrapada en la red”, de hecho fue la primera persona a quien intencionalmente invité a ser “mi amiga”, y debo reconocer que leer eso me cayó muy bien. A la fecha ya acumulo unos 112 “amigos”, he aceptado sugerencias de amistad y me he registrado como fan del FC Barcelona (el cual tiene más seguidores que el Real Madrid, por algo será…).
Pero, debo reconocer que la experiencia ha sido muy interesante, desde diversos puntos de vista, así pues quiero empezar por mí, y en consecuencia me referiré en primera persona: de mis 112 contactos 97 son personas (5 son páginas), de las 97 he interactuado con menos de la mitad, de hecho segmenté a casi todos en una lista que denominé “conocidos sin contacto”. Si bien esto pudiera mandar al piso mi teoría de la necesidad de socialización, considero que puede no ser así, pues tal vez esas 45 o 49 amistades sí tienen la necesidad de socializar, la cosa es que no es conmigo. Hasta el momento lo único que puedo concluir es que quieren tener mi contacto para: incrementar su lista de amigos, o por curiosidad de ver mis fotos… al respecto, mi perfil señala que tengo 105 fotos, de las cuales he subido o cargado 62, el resto son fotos tomadas por otros, colgadas por amigos que sólo pueden ser vistas por sus amigos pero no por los amigos míos (creo que se entiende y entendí lo de la seguridad) pero una gran realidad es que las fotos son definitivamente un factor importante que prende la mecha de la socialización (entrar en contacto), mientras más me exponga y me muestre, más comentarios con total seguridad obtendré, donde muestre algo, donde exponga algo, donde sale la imagen de alguien o donde hay un grupo.
Hay otro elemento, que puede dar inicio a la socialización y es comunicando algo, bien sea colocando un pensamiento, lo que se está haciendo, una cita de un libro, en fin, un texto que en muchas oportunidades puede ser apoyado con un “me gusta” y sale una mano con la señal de aprobación y eventualmente pudieran comentar al respecto, pero nada como una foto y el contenido de la misma o lo que se muestra en la foto, será un disparador inmediato del comentario, la socialización estará garantizada.
Mucho más adelante seguramente escribiré respecto a mi adentrada experiencia en el facebook, con este mensaje estoy abonando la esperanza de sacar un poco de tiempo y dedicarlo a este olvidado blog.
Escribí sobre lo que pienso del Facebook y una de mis conclusiones o teoría, que aún mantengo, es la necesidad que tiene quien se registra como usuario en socializar (como si uno no tuviera espacio en el día para hacerlo, trabajo, familia, amigos, conocidos, en fin…), en saber lo que está haciendo el “amigo” (amigo en general) y ahora le agrego en VER al otro (otro en general), sé que quienes me leen me entienden perfectamente lo que digo porque todos ya tienen un “perfil” en Facebook.
Mencioné en aquel post que había recibido invitaciones de registrarme en el Facebook hasta de mi propia hermana, cosa que me había puesto a pensar sobre su necesidad de comunicarse, ella en su comentario alude al nacimiento de esa necesidad por sus constantes viajes de negocios que la obligan apartarse de sus seres queridos diciendo: a falta de pan, buenas son tortas. Quien se negaba a mi teoría, llegó a escribir que me “vería caer”, incluso por un genograma de la familia vaticinaron que sería inminente (genograma que aún no he visto), me dijeron de cómo me gustaba buscarle las 5 patas al gato, recibí un anónimo apoyándome a no doblegar y sumarme al facebook, a alguien le “venía de perlas”, otro anónimo comentó con profunda sinceridad su necesidad de verle la cara en una foto a quien fue importante en su vida, un viejo amigo me invitó y comentó que toda su familia estaba allí, finalmente una amiga también expuso su comentario, por cierto que esta última hoy tiene una relación de pareja con viejo amigo cuyo reencuentro fue gracias al facebook, en fin…
Pero nadie lo vio, ni siquiera yo mismo me percaté de mi necesidad, y efectivamente hay un mayor motivo para “caer” en el facebook, en mi caso particular tiene su nombre y lleva mi mismo apellido: mi hija está “atrapada en la red”, de hecho fue la primera persona a quien intencionalmente invité a ser “mi amiga”, y debo reconocer que leer eso me cayó muy bien. A la fecha ya acumulo unos 112 “amigos”, he aceptado sugerencias de amistad y me he registrado como fan del FC Barcelona (el cual tiene más seguidores que el Real Madrid, por algo será…).
Pero, debo reconocer que la experiencia ha sido muy interesante, desde diversos puntos de vista, así pues quiero empezar por mí, y en consecuencia me referiré en primera persona: de mis 112 contactos 97 son personas (5 son páginas), de las 97 he interactuado con menos de la mitad, de hecho segmenté a casi todos en una lista que denominé “conocidos sin contacto”. Si bien esto pudiera mandar al piso mi teoría de la necesidad de socialización, considero que puede no ser así, pues tal vez esas 45 o 49 amistades sí tienen la necesidad de socializar, la cosa es que no es conmigo. Hasta el momento lo único que puedo concluir es que quieren tener mi contacto para: incrementar su lista de amigos, o por curiosidad de ver mis fotos… al respecto, mi perfil señala que tengo 105 fotos, de las cuales he subido o cargado 62, el resto son fotos tomadas por otros, colgadas por amigos que sólo pueden ser vistas por sus amigos pero no por los amigos míos (creo que se entiende y entendí lo de la seguridad) pero una gran realidad es que las fotos son definitivamente un factor importante que prende la mecha de la socialización (entrar en contacto), mientras más me exponga y me muestre, más comentarios con total seguridad obtendré, donde muestre algo, donde exponga algo, donde sale la imagen de alguien o donde hay un grupo.
Hay otro elemento, que puede dar inicio a la socialización y es comunicando algo, bien sea colocando un pensamiento, lo que se está haciendo, una cita de un libro, en fin, un texto que en muchas oportunidades puede ser apoyado con un “me gusta” y sale una mano con la señal de aprobación y eventualmente pudieran comentar al respecto, pero nada como una foto y el contenido de la misma o lo que se muestra en la foto, será un disparador inmediato del comentario, la socialización estará garantizada.
Mucho más adelante seguramente escribiré respecto a mi adentrada experiencia en el facebook, con este mensaje estoy abonando la esperanza de sacar un poco de tiempo y dedicarlo a este olvidado blog.