
Hace unos días, en ocasión a mi traslado a Puerto La Cruz, nació para mí el temita del facebook, el fulano facebook para quien no lo conoce (cosa que dudo) es un “site” para socializar vía Internet, tal vez este blog es una derivación pasiva de socialización pues de alguna manera expongo a luz pública posiciones, interpretaciones y/o conclusiones sobre algunos temas de particular interés y que considero que su contenido puede tener un interés general, también acá se pueden leer experiencias de vida, mías o ajenas, pero con un mensaje que espero sea evaluado por quien lo lea, para tomarlo como propio porque soy de los que asegura que en cabeza ajena sí puede aprender. Al mismo tiempo, este blog permite la libre interpretación de quien lo lee y la posibilidad de expresarse bien sea con su identidad real, con identidad ficticia o anónima, cierto sea el caso, se respeta. Así es como concluyo que puede haber un vínculo de socialización ya que hasta aquellos que leen los interesantes comentarios trascendentales, pueden conocer de manera referencial, la forma de pensar de cada persona que opina, todo esto determinado por la recurrencia de sus comentarios.
Pero así las cosas, socialmente el facebook es mas que un blog, según entiendo puedes encontrar y hacer contacto en el más recóndito lugar del planeta con el amigo o el conocido de años de infancia, aquel que apenas recordamos o aquel que recordamos tanto que hasta podemos acumular más de 20 o qué se yo cuántos años recordándolo sin haber tenido el mínimo contacto o pista de su vida.
Haciendo un perfil de quienes deciden incursar en la tarea que significa adentrarse en el facebook, lo primero que encuentro es que debe existir una necesidad ineludible de socializar así contemos con un centenar de amigos y familiares dispuestos todos los días a darnos más de una llamada telefónica o visita. Para registrarse hay una gran cantidad de datos, que de completarlos, la verdad puede significar un riesgo, sin embargo éste es evaluado y puede ser minimizado conforme sea esa necesidad. Lo segundo que debe existir es una plataforma tecnológica, o sea, un Internet de banda ancha y una computadora que permita subir con rapidez nuestras fotos, porque si bien es cierto, el peso de éstas puede ser significativo más cuando el servicio depende de estabilidad de conexión, velocidad de la computadora y otras prestaciones de vanguardia necesarias como el software, manejo de las aplicaciones y demás; finalmente y no menos importante el “facebooker” tiene que tener “tiempo”. Esto depende de la cantidad de roles y nuestra responsabilidad ante los mismos: seamos padres, esposos, trabajadores, estudiantes, deportistas, lectores, escritores, pintores, cantantes, internautas, en fin, depende de cuánto tiempo e intensidad le dediquemos a cada “papel” o cuanto “tiempo libre” contemos, porque si algo es cierto, hay que tener tiempo para dedicarle a la actividad del facebook.
Aún no ha existido la persona que logre convencerme con un argumento contundente para registrarme en el mencionado “site”, recibí invitación hasta de mi hermana, cosa que me puso a reflexionar sobre mi manera de participación como familia, como hermano, y así como ella, otras amistades de trato diario o eventual también me han invitado, y no dejo de reflexionar al respecto. Sé de “amistades” que no he visto en años pero así como no he realizado esfuerzo alguno para tener contacto con ellos también reconozco que ellos igualmente no lo han hecho conmigo… en fin… se trata de mis conclusiones, tal vez, sólo mías…
Pero hay otras reflexiones sobre el facebook, que sin ánimo de entrar en polémicas políticas de nuestra última década, pueden resultar interesantes y congruentes tanto como pesadas y fuera de lugar… una de ellas la escribió hace poco el humorista venezolano Claudio Nazoa que ya les habrá llegado por email o podido leer en su columna, otra, decidió grabarla otro venezolano en el autoexilio cuyo video seguidamente lo podrán ver y escuchar, al final de todo, es la conclusión y el convencimiento de cada quien lo que vale.
Pero así las cosas, socialmente el facebook es mas que un blog, según entiendo puedes encontrar y hacer contacto en el más recóndito lugar del planeta con el amigo o el conocido de años de infancia, aquel que apenas recordamos o aquel que recordamos tanto que hasta podemos acumular más de 20 o qué se yo cuántos años recordándolo sin haber tenido el mínimo contacto o pista de su vida.
Haciendo un perfil de quienes deciden incursar en la tarea que significa adentrarse en el facebook, lo primero que encuentro es que debe existir una necesidad ineludible de socializar así contemos con un centenar de amigos y familiares dispuestos todos los días a darnos más de una llamada telefónica o visita. Para registrarse hay una gran cantidad de datos, que de completarlos, la verdad puede significar un riesgo, sin embargo éste es evaluado y puede ser minimizado conforme sea esa necesidad. Lo segundo que debe existir es una plataforma tecnológica, o sea, un Internet de banda ancha y una computadora que permita subir con rapidez nuestras fotos, porque si bien es cierto, el peso de éstas puede ser significativo más cuando el servicio depende de estabilidad de conexión, velocidad de la computadora y otras prestaciones de vanguardia necesarias como el software, manejo de las aplicaciones y demás; finalmente y no menos importante el “facebooker” tiene que tener “tiempo”. Esto depende de la cantidad de roles y nuestra responsabilidad ante los mismos: seamos padres, esposos, trabajadores, estudiantes, deportistas, lectores, escritores, pintores, cantantes, internautas, en fin, depende de cuánto tiempo e intensidad le dediquemos a cada “papel” o cuanto “tiempo libre” contemos, porque si algo es cierto, hay que tener tiempo para dedicarle a la actividad del facebook.
Aún no ha existido la persona que logre convencerme con un argumento contundente para registrarme en el mencionado “site”, recibí invitación hasta de mi hermana, cosa que me puso a reflexionar sobre mi manera de participación como familia, como hermano, y así como ella, otras amistades de trato diario o eventual también me han invitado, y no dejo de reflexionar al respecto. Sé de “amistades” que no he visto en años pero así como no he realizado esfuerzo alguno para tener contacto con ellos también reconozco que ellos igualmente no lo han hecho conmigo… en fin… se trata de mis conclusiones, tal vez, sólo mías…
Pero hay otras reflexiones sobre el facebook, que sin ánimo de entrar en polémicas políticas de nuestra última década, pueden resultar interesantes y congruentes tanto como pesadas y fuera de lugar… una de ellas la escribió hace poco el humorista venezolano Claudio Nazoa que ya les habrá llegado por email o podido leer en su columna, otra, decidió grabarla otro venezolano en el autoexilio cuyo video seguidamente lo podrán ver y escuchar, al final de todo, es la conclusión y el convencimiento de cada quien lo que vale.