miércoles, 23 de abril de 2008

Socializando en Facebook


Hace unos días, en ocasión a mi traslado a Puerto La Cruz, nació para mí el temita del facebook, el fulano facebook para quien no lo conoce (cosa que dudo) es un “site” para socializar vía Internet, tal vez este blog es una derivación pasiva de socialización pues de alguna manera expongo a luz pública posiciones, interpretaciones y/o conclusiones sobre algunos temas de particular interés y que considero que su contenido puede tener un interés general, también acá se pueden leer experiencias de vida, mías o ajenas, pero con un mensaje que espero sea evaluado por quien lo lea, para tomarlo como propio porque soy de los que asegura que en cabeza ajena sí puede aprender. Al mismo tiempo, este blog permite la libre interpretación de quien lo lee y la posibilidad de expresarse bien sea con su identidad real, con identidad ficticia o anónima, cierto sea el caso, se respeta. Así es como concluyo que puede haber un vínculo de socialización ya que hasta aquellos que leen los interesantes comentarios trascendentales, pueden conocer de manera referencial, la forma de pensar de cada persona que opina, todo esto determinado por la recurrencia de sus comentarios.

Pero así las cosas, socialmente el facebook es mas que un blog, según entiendo puedes encontrar y hacer contacto en el más recóndito lugar del planeta con el amigo o el conocido de años de infancia, aquel que apenas recordamos o aquel que recordamos tanto que hasta podemos acumular más de 20 o qué se yo cuántos años recordándolo sin haber tenido el mínimo contacto o pista de su vida.

Haciendo un perfil de quienes deciden incursar en la tarea que significa adentrarse en el facebook, lo primero que encuentro es que debe existir una necesidad ineludible de socializar así contemos con un centenar de amigos y familiares dispuestos todos los días a darnos más de una llamada telefónica o visita. Para registrarse hay una gran cantidad de datos, que de completarlos, la verdad puede significar un riesgo, sin embargo éste es evaluado y puede ser minimizado conforme sea esa necesidad. Lo segundo que debe existir es una plataforma tecnológica, o sea, un Internet de banda ancha y una computadora que permita subir con rapidez nuestras fotos, porque si bien es cierto, el peso de éstas puede ser significativo más cuando el servicio depende de estabilidad de conexión, velocidad de la computadora y otras prestaciones de vanguardia necesarias como el software, manejo de las aplicaciones y demás; finalmente y no menos importante el “facebooker” tiene que tener “tiempo”. Esto depende de la cantidad de roles y nuestra responsabilidad ante los mismos: seamos padres, esposos, trabajadores, estudiantes, deportistas, lectores, escritores, pintores, cantantes, internautas, en fin, depende de cuánto tiempo e intensidad le dediquemos a cada “papel” o cuanto “tiempo libre” contemos, porque si algo es cierto, hay que tener tiempo para dedicarle a la actividad del facebook.

Aún no ha existido la persona que logre convencerme con un argumento contundente para registrarme en el mencionado “site”, recibí invitación hasta de mi hermana, cosa que me puso a reflexionar sobre mi manera de participación como familia, como hermano, y así como ella, otras amistades de trato diario o eventual también me han invitado, y no dejo de reflexionar al respecto. Sé de “amistades” que no he visto en años pero así como no he realizado esfuerzo alguno para tener contacto con ellos también reconozco que ellos igualmente no lo han hecho conmigo… en fin… se trata de mis conclusiones, tal vez, sólo mías…

Pero hay otras reflexiones sobre el facebook, que sin ánimo de entrar en polémicas políticas de nuestra última década, pueden resultar interesantes y congruentes tanto como pesadas y fuera de lugar… una de ellas la escribió hace poco el humorista venezolano Claudio Nazoa que ya les habrá llegado por email o podido leer en su columna, otra, decidió grabarla otro venezolano en el autoexilio cuyo video seguidamente lo podrán ver y escuchar, al final de todo, es la conclusión y el convencimiento de cada quien lo que vale.


viernes, 18 de abril de 2008

Peticiones a Dios

¿Saben algo? Hay que tener cuidado con lo que le pedimos a Dios… si, así como lo leen. Él cumple, de eso no me cabe la menor duda: hace unos seis años me hablaron que se buscaba un Gerente para el Departamento de Impuestos en una compañía petrolera, disgustado como muchas veces lo estuve con los “gerentes” en la compañía donde trabajaba (y a quienes hoy reconozco y tengo que agradecer el haberme enseñado cómo es que no debe llevarse una gerencia), apliqué al cargo vacante y fui llamado a entrevista, por cierto que tuve el honor de compartir la terna de seleccionados con dos especialistas en impuestos de gran factura. Profesionalmente para cualquier especialista de impuestos, alcanzar la gerencia es un hito lógico y necesario, un éxito. Así pues, la entrevista se dio en Puerto La Cruz (PLC) en el Centro de Bahía de Pozuelos. Recuerdo que al mediodía entre tantos interrogatorios tuvimos muy corto tiempo para almorzar y visité el Wendy’s que se encuentra muy cerca, mientras comía pensaba cómo sería hacer vida como Gerente de Impuestos de una petrolera importante lejos de mi familia; y conversando con Dios como generalmente suelo hacer, le pedí que si era bueno para mi ese trabajo en esa localidad, pues que le dejaba todo en sus manos.

El tiempo pasó, y ninguno de los tres aspirantes fueron llamados, finalmente luego de cumplir casi cuatro años de hacerle el correspondiente seguimiento a tan largo proceso de selección tuve la buena noticia que un buen amigo y colega que residía en PLC fue seleccionado. No obstante a lo anterior, otras situaciones no dejaban de suceder… el proyecto donde yo seguía trabajando fue nacionalizado y en consecuencia absorbido por el Estado, luego, un año después, se decide la mudanza de las oficinas administrativas de Caracas al mismo complejo empresarial donde había ocurrido aquella pasada entrevista… y aquí estoy… buscando lo positivo que debe haber con tanto cambio… el sueño que una vez perseguí y le pedí a Dios me concediera de ser positivo, se dio…

Hoy día ya son otros los sueños, el esquema de valores va cambiando en sus proridades, al igual que todo también da sus giros, evoluciona por muchos motivos, dicen que para aprender hay que caer y aquí estoy levantándome de nuevo, y como siempre, sigo pidiéndole a Él y sigo agradeciéndole cada día, aún manteniéndome lejos de mi hija y de mis cariños.

Hoy día son otras mis metas, mis peticiones a Dios cambiaron, y cada día que pasa se van afinando y aclarando mucho más, es obvio, si bien mi elección fue forzada, la meta profesional pierde todo valor y sentido cuando el sacrificio es la familia. Por cierto, la semana pasada acepté la invitación de un buen amigo, también de origen larense e igualmente trasladado a esta tierra oriental, y compartimos una cena en su casa con su familia, fui excelentemente atendido por él, sus hijos y su esposa, me brindó una cena espectacular en la terraza de un apartamento que recientemente alquiló, a decir verdad, su nuevo hogar y vaya calor de familia el que allí se deja sentir. Y es que Edward, quien ejerce labores de seguridad para el personal en las oficinas, fue el pionero en traerse a su familia a Puerto La Cruz, los costos, asumidos por él, comenta que los hubiese pagado tres veces de ser posible, porque familia es familia y la quiere es al lado de él. Me contó que en sus días libres, por la rotación de sus turnos, buscó el cupo de sus tres hijos en un colegio cercano a su nueva residencia, y ahora, con mucho más ánimo, aspira que su esposa, que es maestra, inicie labores el próximo año escolar en estas tierras… tierras que para quien les escribe, no son a las que pertenece, pertenecemos donde más nos aprecian, donde más se nos extraña.

Dios nos pone justo en frente hasta de nuestros sueños más recientes, hasta de lo que anhelamos como preguntándonos para que estemos seguros: ¿es esto lo que me estás pidiendo?, nos pone allí en el momento perfecto, tal vez no en el justo lugar, pero sí para enseñarnos el camino a seguir, y está en nosotros poner de nuestra parte para echar a andar en el sentido que Él nos está indicando, y apuesto que si hacemos todas nuestras acciones de la mejor manera, aportando corazón y perseverancia, sea tarde o sea temprano estaremos “en vivo y directo” disfrutando de aquello que una vez lo llamamos “sueño”.

"Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá." (Marcos 11:24)